viernes, 11 de noviembre de 2011

OVNIS, En el Arte Antiguo?

"Miré, y he aquí que venía del septentrión un viento impetuoso, una nube densa, y en torno a la cual resplandecía un remolino de fuego, que en medio brillaba como bronce en ignición. En el centro de ella había semejanza de cuatro seres vivientes y cada uno tenía cuatro caras...". Fragmento bíblico en el que se narra como el profeta Ezequiel se encuentra con un vehículo junto al río Kebar.


Este fragmento bien podía haber sido sacado novela de ficción o de una película futurista, pero no es así. Se trata de la descripción que el profeta Ezequiel hizo del encuentro con un misterioso objeto volador cuando se encontraba junto al río Kebar, descansando de las labores propias de su cargo de sacerdote. Y es que según investigadores de la talla de Blumrich, ingeniero de la NASA, "los datos obtenidos nos muestran un vehículo espacial no sólo absolutamente posible desde el punto de vista técnico, sino también inteligentemente adaptado a sus funciones y misión. Lo único fantástico de todo esto es que semejante nave fuese ya una realidad palpable hace más de 2.500 años".

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En numerosos pasajes bíblicos se habla de extrañas naves voladoras, de seres dotados de cascos que salían de dichos ingenios e incluso de trajes parecidos al metal. Pero ya hay indicios de que esos seres pudieron visitar la Tierra incluso antes del nacimiento de Jesucristo. Así lo muestra la pintura rupestre neolítica que data de hace unos 5.000 años y en la cual sin lugar a dudas un extraño ser aparece rodeado de los típicos platos volantes que se describen hoy en día. Otro de los legados pétreos de los que queda constancia es el grabado hallado en una cueva de Uzbekistán situada en la frontera entre Rusia y China, y que data del 2000 a.C. El dibujo representa un disco ovalado con propulsión a chorro que parece elevarse verticalmente. Debajo de él, se ve claramente la imagen de una "persona" dotada de casco, antenas y el típico traje que hoy en día utilizan nuestros astronautas. Una imagen absurda para la Edad del Bronce, en las que las pinturas rupestres se limitaban a representar escenas de caza, animales y plantas. ¿Qué vieron aquellos hombres? ¿Qué querían representar con esos dibujos?



A principios del siglo XIV, Giotto di Bondone (1266-1337) florentino de nacimiento, dibujó en su "Adoración de los Reyes Magos" una peculiar "estrella" con forma de bola de luz que dejaba una brillante estela a su paso. Si seguimos los escritos que hablan sobre la estrella de Belén, siempre se nos muestra como el astro que, guió a los Reyes Magos de Oriente para finalmente situarse encima del portal de Belén y no pasando a gran velocidad, como así parece mostrar el cuadro. Además, los astrónomos, en homenaje a lo que representó este pintor, dieron el nombre de Giotto a la sonda espacial enviada por la AEE (Agencia Espacial Europea) al encuentro del cometa Halley en 1986.
Pocos años más tarde el también italiano Paolo Ucello (1397-1475), magnífico representante del Quatrocento, pintó una tabla conocida como "la Thébaide" en la que se observa un Cristo crucificado y la figura de una persona orando ante él.


Hasta aquí la pintura sería una representación religiosa como tantas otras, de no ser porque en la parte inferior de la obra se ve cómo una pequeña nave con forma de platillo se mueve trazando una curva imposible.

Son muchas las representaciones religiosas en las que aparecen aparatos mecánicos volando como si se hubieran trasladado en el tiempo y el espacio. Así lo muestra la gran obra pictórica de Fra Filippo de Lippi (1406-1469), "La Virgen y San Juan Infante", en la que sin tener nada que ver con el tema del cuadro, aparece al fondo un ingenio con forma de cúpula. Algo fuera de lo común tuvo que observar este fraile carmelita, famoso por sus escándalos, para luego plasmar tan intemporal nave en el paisaje y jugarse la vida por defender su verdad; como le debió pasar a Carlo Crivelli (1430-1493), cuya "Anunciación" en vez de ser representada como los modelos que los de- más artistas contemporáneos imponían, dibuja un luminoso aparato que va a dar en la angelical frente de la Virgen. Otro artista, esta vez maestro de las letras, Hermann Schaden, ilustró en 1493 uno de sus libros con un llameante "objeto celestial" que, sostenido en el cielo como por hilos invisibles, parece disponerse a aterrizar sobre el frondoso campo.


Como vemos, las formas de reflejar el espacio y los ingenios que se movían en él eran muchas y muy variadas, dependiendo de los autores, de su pincel, de sus experiencias o tal vez de su imaginación. Así Piero del Franceschi, más conocido como de la Francesca (1420-1492) con gran técnica y maestría adornaba sus pinturas con unas enigmáticas nubes que más bien parecían ocultar tras la neblina perfectas formas discoidales, como si por miedo a las represalias, ocultara en ellas los ovnis que otros no tenían miedo en reflejar.


Personajes y contactos
No sólo los pintores y escritores se hacían eco de lo que se movía sobre sus cabezas. Otros personajes relevantes de la Historia mundial tuvieron encuentros con ingenios y seres imposibles, como es el caso del general cartaginés Aníbal (247-183 a.C.), que tantas batallas ganó según dicen muchas veces con la ayuda de naves de otros mundos; o Carlos I el Grande, más conocido como Carlomagno, rey de los francos y emperador de occidente cuyas conquistas y proezas se creían sobrenaturales y así lo recogió el monje Lorenzo en sus Annales Laurissenses, en los que narra la lucha que mantuvo "el Grande" contra los sajones diciendo "[...] la gloria de Dios apareció en manifestación encima de la iglesia en el interior del castillo. Los que lo observaron dijeron que tenía aspecto de dos grandes escudos de color rojo llameante, y que se movían por encima de la iglesia. Y cuando los paganos vieron este signo quedaron aterrorizados por el pánico, huyendo precipitadamente". Cómo no, acerca del célebre Cristóbal Colón, se cree que la ruta que trazó en su histórica singladura era un viaje guiado por un conocimiento muy superior al humano y de las que el propio Colón habló en alguna ocasión.

Cabe también citar los ingenios vistos por el Faraón de la XVIII dinastía Tutmosis III, de los que se da cuenta en el Papiro Tulli en el que se dice que "[...] en el vigésimo segundo año, en el tercer mes de¡ invierno, a la sexta hora del día [...], los escribas de la Casa de la Vida notaron que un círculo de fuego llegaba del cielo. Brillaban en el cielo más que el Sol. Poderosa era la posición de las bolas de fuego. En esto que se elevaron dirección sur [...]". También observaron aparatos parecidos Julio César, Constantino el Grande, el cronista del siglo XVI Pedro Cieza de León, el religioso Fray Junípero Serra y un sin fin de nombres que hacen uso de las viejas crónicas para mostrarnos una realidad que coincide con las actuales descripciones, refiriéndose también a los supuestos tripulantes de estos ingenios. Ya en el siglo XVII, más concretamente en 1604, tenemos evidencias de que los ovnis sobrevolaron nuestro país, así el "Diari de Jeroni Pujades", afirma que tales artefactos sobrevolaron Cataluña realizando piruetas imposibles ante la atónita mirada de numerosos testigos. Parecidos a los vistos en -1621 sobre Francia, la oblea gigante que sobrevoló Braga en 1640; la gran bola de Rusia en 1663 o los 446 ovnis descritos por el director del observatorio mexicano de Zacatecas en 1883.

Autor:  Pasarmiedo.com (Carmen Porter)

2 comentarios:

  1. daja mucho que pensar,por que realmente ellos han estado alo largo de toda nuestra historia,y ahora nos damos cuenta, que no stamos solos........

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  2. Esto se encuentra en el capitulo 1 de ezequiel, aquí no se trata de ovnis, son seres angelicales. pero como he dicho en otros comentarios son seres espirituales pero estos son buenos así que se parecen a los malos, los extraterrestres. Lo que describe como aros y demás son las naves que utilizan estos ya que como en ese tiempo no había un referente para asignarle la palabra "nave" Ezequiel lo describe con el lenguaje único de ese tiempo. Pero, son ángeles. Los ángeles son así, no como los dibujan en nuestros tiempos. Los ovnis son ángeles pero, caídos.

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